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BODEGAS

Dos países, dos casas vineras, dos cepas; un vino. CARO un vino voluptuoso y refinado

En 1999 nace la idea de crear una sociedad entre Domaines Barons de Rothschild y la familia Catena. Su objetivo era producir un vino único a partir de la unión de dos culturas, francesa y argentina, dos cepas, Malbec y Cabernet Sauvignon, y de la mano experta de ambas casas. La sinergia entre las familias dio como resultado la creación del vino CARO.

Su nombre nace de la fusión de Catena y Rothschild, ofreciendo una identidad única al tener características específicas de la bodega Catena, liderada por el Malbec desde hace tres generaciones y la familia Rothschild, aportando elegancia y complejidad a partir del Cabernet Sauvignon. Esta fusión crea un vino voluptuoso y refinado que mantiene en equilibro la identidad argentina y el estilo bordelés.

Pero, ¿cómo se conocieron estas dos familias? ¿cómo decidieron sacar adelante un proyecto juntos?

Entre los años 70 y 80 la familia Catena producía en Argentina vinos del consumo diario y no tan elaborados, sin embargo, cuando la bodega empezó a ser dirigida por Nicolas Catena, éste decide que quiere cambiar sus procesos de producción y emprende un viaje a California con el fin de adquirir nuevos conocimientos que pudiera replicar en su tierra.

Nicolás fue el primero en llevar a Argentina las barricas de 225 litros de roble francés. También fue pionero en la siembra de viñedos en altura, los cuales llegaban a 1500 metros aproximadamente sobre el nivel del mar. Con estas nuevas técnicas de vinicultura logró empezar a producir vinos de alta gama, lo que trajo como consecuencia status y reconocimiento de la bodega.

En los 90, los vinos de Catena lograron posicionarse en el mercado internacional, y es entonces cuando el Barons Eric de Rothschild, dueño de un Chateâu Lafite en Burdeos (uno de los vinos más famosos del mundo) contacta a Nicolas Catena para visitar su viñedo. La familia Rothschild cuenta con la tradición y el conocimiento de varias generaciones elaborando su afamado ensamblaje, el cual pondrían a disposición de la familia Catena para elaborar un ensamblaje en conjunto.

Ambas familias se propusieron producir un vino diferente a los demás y enfocado en ser un vino de altísima calidad. Seleccionaron las parcelas de los viñedos de Mendoza más aptas, que pudieran producir grandes cosechas de Malbec y Cabernet Sauvignon en las Bodegas CARO. Después de varias investigaciones y análisis del terreno, en el 2000 se obtuvo la primera cosecha, producto de esta unión.

Una de las características más importantes de este vino, y que le permite alcanzar la calidad que se le reconoce, es que la cosecha se hace de forma manual, seleccionando con sumo cuidado cada uno de los racimos, que provienen de viñedos sembrados varias décadas atrás. Luego de todo el proceso de elaboración, el vino se madura en barricas de roble francés, la mayoría de primer uso, durante 18 meses. Esto le aporta al vino sabores a chocolate y toques de café, dejando en la boca una sensación agradable y única.

Si bien no es común que dos bodegas se pongan de acuerdo para realizar y sacar adelante un vino en conjunto, Catena y Rotschild demostraron que se pueden lograr increíbles resultados cuando se hacen este tipo de alianzas.

Gracias a las particularidades que cada familia le aporta a su producción, la combinación de ambas culturas y las dos cepas, nos brindan la posibilidad de abrir nuestra mente, y tener la oportunidad de probar vinos innovadores y alucinantes.

 

 

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