"Un poco más de una década atrás, me encontraba viajando entre San Francisco (EEUU) y Mendoza (Argentina), practicando y enseñando medicina de emergencia en EEUU, y trabajando en la bodega de mi familia en Mendoza. 

En febrero de 1998 me encontraba con uno de los vinicultores con quien trabajo, y nos detuvimos para visitar un viñedo en el distrito de La Consulta, en el Valle del Uco, donde sabía que había varios pequeños viñedos familiares de vides viejas de Malbec. Conocimos al dueño de uno de ellos que orgullosamente nos dijo que él era la única persona mayor de 100 en esa región, y amablemente nos ofreció un mate,  (tradicionalmente un té argentino compartido en reuniones sociales). Después de una caminata por su hermoso viñedo, nos convido con un Malbec hecho en su casa, mientras rebanaba unas fetas de jamón de pierna de cerdo curada que colgaba en su sótano. Cuando me di cuenta que las uvas provenientes de este magnífico viñedo de 80 años estaban siendo vendidas para granel, me decidí hacer un vino que honrara los exquisitos sabores de estas vides viejas. Así es como nació la bodega Luca. 

En este momento, muy poco viticultores argentinos creían que podría elaborarse un vino grandioso con uvas compradas. Los productores de la uva desconfiaban de las grandes bodegas, y ellas por su parte, no pensaban que los productores podían ser persuadidos de reducir sus rendimientos y priorizar la calidad por sobre la cantidad, lo que era necesario para lograr vinos de alta gama. Luego de reunirme con muchos de estos productores multigeneracionales, y escuchar las historias apasionantes sobre sus familias y cómo sobrevivieron en tiempos económicos complejos, y degustando sus extraordinarias uvas; me convencí que podría elaborar vinos grandiosos procedentes de estos pequeños viñedos familiares. 

No fue nada fácil al principio, porque la confianza nunca lo es. La reducción en el rendimiento que los vinos de Luca requerían estaba más allá de lo que los productores podían imaginar, y temían las consecuencias económicas. Pero veinte años después, puedo decir con total confianza que nuestros productores se consideran parte de la familia Luca y yo de la suya. Somos productores y familia juntos."

Laura Catena

Propietaria, bodega Luca.